martes, 7 de septiembre de 2010

Pa’fuera la depresión ; que viva el arte creativo terapéutico

 Pa’fuera la depresión ; que viva el arte creativo terapéutico
Elena, justo el día en que sorprendería a su madre con una fiesta familiar para celebrar sus 69 años, recibió la llamada de su hermana mayor para darle la noticia; el diagnóstico del neurólogo era positivo. Su mamá, Elvira, enfrentaría los setenta con el embate de una condición neurológica degenerativa.

El caso de don Carlos, de 72 años es distinto. Después de una exitosa carrera profesional como ingeniero, Carlos, ahora viudo y retirado, está en o que se conoce como la etapa 2 de la condición. Recibe medicamentos a diario y los servicios de una enfermera y ama de llaves que pagan sus hijos; los mismos que están preocupados por las largas horas que su progenitor pasa frente al televisor, como única distracción pasiva. Sus estados depresivos, van en aumento, y el movimiento de sus extremidades disminuye. ‘’Se nos hace difícil atenderlo sin que entremos todos en una guerra de nervios. No tenemos herramientas para manejar esta enfermedad y apoyarlo’’ nos relataron sus hijos en una entrevista inicial.

Ambos casos reales, a los que solo le hemos cambiado los nombres para proteger la identidad de quienes participan de Arte Terapia, son pacientes de Alzheimer, esa enfermedad neurodegerativa que altera y deteriora el funcionamiento del sistema nervioso central con la muerte de las neuronas que regulan muchas las funciones intelectuales.

La pérdida de la memoria, así como trastornos súbitos en la personalidad y juicio del paciente, son parte de los estragos de una enfermedad cuyo curso es progresivo e irreversible. Sus efectos ya la posicionaron como la quinta causa de muerte en nuestro País, y aunque al momento no tiene cura, si existen fármacos y terapias alternativas que retrasan su progreso.

El Proyecto Arte Terapia surge como una alternativa terapéutica de tratamiento no farmacológico, para pacientes de Alzheimer u otros desórdenes mentales y sus cuidadores.

 Un proyecto similar, realizado en Nueva York, desde el MOMA (Museo Metropolitano de Arte Moderno) me llevó como terapeuta clínico a ‘’criollizar’’ la modalidad de utilizar procesos creativos artísticos con fines terapéuticos .

 Al momento soy el único puertorriqueño certificado como miembro activo de la Asociación Americana de Arte Terapia, lo que me permite estar al tanto de las nuevas tendencias en esta modalidad terapéutica que combino con las técnicas de mi quehacer en las artes plásticas.

‘’Un taller donde única regla es que no hay reglas”

   Con pinceles, libretas de dibujo, lápices de graffito, pinturas y barro en mano, nació el primer proyecto piloto de Arte Terapia, con el apoyo de la Asociación de Alzheimer de Puerto Rico y el auspicio del Gobierno Municipal Autónomo de Caguas.

   El circuito de museos de la Ciudad Criolla fue el marco perfecto para un ejercicio experimental de unas ocho sesiones que reunió sobre 15 personas entre terapeutas, voluntarios, pacientes y cuidadores.

   De Caguas, pasamos  a Juncos, donde la Primera Dama de la Ciudad, Medelicia Peña y la farmacéutica especializada en productos de bio-farmacia, AMGEN, se convirtieron en auspiciadores del evento.

   En la actualidad, una matrícula de sobre 80 ciudadanos de la Tercera Edad disfrutan de los beneficios de esta terapias, donde la regla básica para el proceso creativo, es precisamente esa, que no hay reglas’’ .

   Los  muchachos o muchachas participantes, en su mayoría con 65 años o más (la más sandunguera del grupo de Juncos, se llama Paulina y ronda los 91 años) pasan primero por una prueba de cernimiento  o ‘’mini-mentals’’ que se imparten para detectar problemas de memoria.

   Una vez realizada, se tiene un criterio adicional para conformar los grupos de trabajo, que con un uniforme que les distingue como participantes de Arte Terapia, inician su proceso creativo que les motiva a comunicarse mejor con los demás y a  mejorar la expresión y el control de las emociones.

 En el caso de pacientes privados como Elena y Carlos, que atiendo desde su propia casa con la participación de sus cuidadores, la interacción entre paciente y cuidador es ahora una  de mayor tolerancia y los niveles de tensión entre ellos, a la hora de compartir otras actividades de la rutina diaria ha mejorado notablemente. A los cuidadores les ha dado alternativas para mantener ocupados a los pacientes y la ansiedad y los estados depresivos han disminuido.

 Para estimulan la memoria y la autoestima, así como el placer de crear y sentir su poder curativo los participantes trabajan y crean figuras con barro, pintura, lápices ‘’graffito’’, entre otros, mientras van recibiendo indicaciones que los llevan a evocar el pasado, mirar el presente y acariciar el futuro. Los ‘’mandalas’’ ya en una fase más adelantada les provoca dar rienda suelta a la utilización de formas y colores.

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